«(…)Las niñas venían gritando sobre pintadas calesas con abanicos redondos bordados de lentejuelas. Y los jóvenes de Ronda sobre jacas pintureras los anchos sombreros grises calados hasta las cejas. La plaza, con el gentío (calañés y altas peinetas) giraba como un zodíaco de risas blancas y negras.            Y cuando el gran Cayetano cruzó la pajiza…