Puedo escribir sin inspiración, ya he superado esa etapa de fogosidad adolescente que casi te obligaba a contar historias cual si fueras una médium en plena orgía parapsicológica. Excepto claro, para la poesía. La poesía es punto y aparte, esa si requiere una visita siempre inoportuna de tu musa, va a su libre albedrío. Pero para los demás escritos,…