Las bodas “Convencionales” (lo pongo entrecomillado para que nadie se ofenda) son básicamente muy parecidas salvo honrosas excepciones. Ceremonia católica-apostólica-romana y no se cuántos epítetos más en las que hay que chuparse un sermón de más de una hora de duración con los tópicos de siempre como son:  el típico niño llorando (con la consabida frase del cura/diácono de:…