
LA FERIA DE LAS VANIDADES
Seamos consecuentes. La vanidad nos puede. En estos tiempos de exposición tan excesiva y descarada, a nadie le amarga un dulce; cierto es. Nunca he visto nada de maldad en ser vanidoso. Tener amor propio es necesario y sentir orgullo ante la consecución de metas y objetivos propios es signo de inteligencia al igual que…