SAN VENTOLÍN

San Valentín ha pasado provocando un huracán con sus alitas de cupido (quien lo diría) y una vorágine de asmáticos se han quedado sin poder decir «Te quiero» por falta de resuello. El romanticismo está de capa caída. Vivimos en la era de la tecnología, así que las relaciones piel con piel y alma con alma cada vez serán más raras. Y no es que este haciendo un alegato a favor de este Santo varón, de regalar rosas rojas a precio de caviar de beluga y cenitas a la luz de velas de Ikea + peli de amoríos con happy end. Ya me guardaría yo… Lo que digo es que cada vez se está volviendo todo más aséptico, más apático….El siglo XXII fijo que nos reproduciremos asexualmente como los peces. Entre heterosexuales, transexuales, transgenero, transformistas, anarquistas y funambulistas. ¿Dónde nos quedó el amor? ¿Cada vez más modernos y menos humanos? ¿Existe aún esa sensación de autocontrol de esfínteres y arritmias cuando se intercambian miradas de anhelo con la persona de nuestros desvelos? Me niego a creer que al margen de circunloquios y stablishment hemos perdido la capacidad ancestral de amar. Esa de testosterona y progesterona que se mezclan y se amalgaman para el crescendo final. Será que no estoy en la onda de los jóvenes de ahora y que habla mi conciencia viejuna, pero creo que me quedo con la generación que prefiere un «french kiss» a un «me gusta». Cosas de la edad…

Aquí os dejo con las preciosas fotos tomadas por Javier Cebreros y su «abuela» (la cámara no os asustéis) para The Human Photo.  También está presente el amor en unos ojos que observan el mundo con otros matices. Gracias por todo Javier.

JCebreros-1-146

JCebreros-1-136

JCebreros-1-163

JCebreros-1-143

JCebreros-1-183

JCebreros-1-211

Yo me pasé el domingo más «empalagoso» del año viendo pelis nada románticas y haciendo deberes. El amor tiene razones que el hombre desconoce…

Nos vemos el miércoles

Besos, Petra

Comments

comments