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LOLITA’S WAY

Siempre he pensado que el que más el que menos, esconde un pederasta en su subconsciente. Sin ánimo de ofender y salvando las distancias legales, obviamente. A ver si ahora se va a sacar esto de contexto y la vamos a liar. Y aunque es más acusado en el género masculino, el femenino se va liberando de resistencias psíquicas y tabúes sociales para fantasear con un joven o jóvena virginal, inocente y mórbido.  ¡Qué me vais a contar a mí, que soy una «cougar» de esas….! En la novela de Vladimir Nabokov «Lolita»; un profesor de literatura francesa se enamora perdidamente de una pubescente llamada Dolores. A tanto llega su obsesión, que se casa con la madre de la susodicha para estar cerca de ella, convirtiéndola así en su hijastra y su amor platónico (y sexual) a la vez (muy Woody Allen todo). Si no os gusta leer, hay dos películas basadas en el libro. Una de Stanley Kubrick y otra de Adrian Lyne. Totalmente recomendables ambas.

Por si no lo sabéis, el término pederastia que viene del griego, no era para nada algo ofensivo ni digno de vergüenza. Los antiguos griegos con cierta edad y status social creían conveniente tener bajo su tutela un joven efebo para enseñarle los misterios de la vida, filosofar y entre col y col….una zanahoria. De hecho, el amor puro era entre dos hombres, ya que era el más desinteresado y bello. Ellos buscaban realizarse buscando su mitad masculina. La mujer solo se «usaba» para procrear y realizar las labores ingratas de la vida. De hecho mantenían una pareja de su mismo sexo durante toda la vida, porque pensaban que cambiar por otro más joven era lascivia y lujuria. En realidad tenían un concepto bastante elevado y revolucionario de las relaciones de afecto. Lo que me hace pensar que hemos ido «involucionando».

Concretando. Yo, que a día de hoy obviamente estoy lejos de ser una «Lolita», también lo he sido, no creáis. En la esencia del término, no en el sentido obviamente. Y como parece ser que últimamente hay cierta propensión a tacharme y denominarme de múltiples maneras que pretenden ser ofensivas, hete aquí otra  etiqueta que podéis añadir a mi maleta de viajes…

No hay mejor acicate para la inspiración y la productividad que unas cuantas críticas constructivas…

Nos vemos el viernes.

Besos, Petra

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