DIGNIDAD

Soy más de Mercadona que de Carrefour. Si, porque Mercadona es como más familiar, es como el ultramarinos de toda la vida pero en el siglo XXI. Carrefour es más frío, más impersonal y más caro. ¿A quien no se le pega la cancioncilla…Mercadonaaaa, mercadoooonaaaa? Mientras tu vas paseando feliz por esos pasillos abarrotados de Hacendado sin gluten. Se ha convertido en un centro de reunión marujil porque siempre encuentras mamás del cole, vecinas o amigas que, sorprendentemente van de punta en blanco mientras tu vas en chándal o leggins (horror).

Hacer la compra ya no es sinónimo de ama de casa o, simplemente, de condición femenina. A los hombres les encanta comprar víveres. Es una responsabilidad que acogen con gusto y que les da el poder absoluto de adquirir porquerías varias que, de otra manera, verían solo en los anuncios. Les encanta mirar las ofertas y, eso sí, Hay dos palabras claves para ellos: chollo e imperecedero. Si se aúnan, prepárate para una compra al por mayor. Detergente como para la lavandería de un submarino,  garbanzos y lentejas como si estuviéramos al borde de una hecatombe zombie y latas de atún como si no hubiera un mañana.

La mujer de hoy ya no es ni freelance, ni trabajadora, ni parada ni ama de casa. Es simplemente mujer. Llena de facetas, llena de ideas y que vive su vida con todas las consecuencias y elige lo que quiere ser. Por eso hoy os pongo esta serie de retratos que me tomó el fotógrafo y amigo Javier Cebreros que está imbuido en un interesante proyecto por la dignidad de la mujer porque, no nos equivoquemos, aún queda un largo camino por recorrer pero estamos en ello.

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En un ejercicio de introspección, Javier me dijo que pensara en algo que me hiciera feliz y madre mía la película que me monté…

No os perdáis mañana la lista de las peores vestidas de la Gala del MET.

Nos vemos el miércoles

Besos, Petra

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