A VECES

¿ A que hoy pegaba un poema?

A veces me parece que mis manos no son mías
Y las siento lejanas e inmensas.
A veces me parece que mis ojos son de otro
Y sus pestañas hacen sombra en los míos.
Algunas horas vuelan sobre mi cabeza,
Haciendo remolinos en mi pelo.
Hoy me percaté que mi vida es ajena;
Es del transeúnte que viaja por caminos nunca transitados.
Alguna vez he notado en mi boca un sabor vetusto, antiguo.
No olvides compañero, que soy poeta viejo.
Masacrado por los días, cansando las noches…
Los pájaros callan, la brisa se aquieta…
¿Dónde van los ríos del poema?
Se pierden en remolinos, se despeñan por torrenteras,
Se estancan en aguas turbias.
El morir ya no consuela; con cada sueño muero un poco.
Muero tremenda y lentamente.
Entre mis costillas, un hueco audaz antaño.
¿Qué ha sido de mí?
¿En que parte de este camino me paré en el arcén a observar?
Todas las caras, todos los diálogos, tantas cosas obvias…
Me senté despatarrado y bobalicón,
Blandiendo un estandarte inútil.
Ni una sola aventura he de correr yo,
Que no hayan pensado cientos.
Ni un solo camino andaré yo,
Que no hayan hollado mil pies.
Ya no hay preguntas sin respuesta.
Hay  circunloquios, manifiestos, memorándums, referéndums…
Todo se opina, todo se mastica.
Carnes de cañón, almas sin desengaño, cuerpos inmaculados,
¡Cuánto os envidio!
Enjuta la boca, macilenta la tez….Me muero, amigos.
Poeta iluso…..Tú ya estas muerto.

 

Ayer fue la Gala del MET, así que me pensaré durante la semana si poner la lista de despropósitos que desfilaron por la alfombra azul, o un nuevo capítulo de «Terra Nullius». Difícil decisión.

Besos, Petra

Comments

comments