¡Ay mamá, qué tendrá el verano! Si el otro día despotricaba contra el mismo y sus consecuencias climatológicas , hoy os digo que el estío tiene sus cosas buenas. La playa, las rebajas, las noches de vino y rosas…. Esta estación hay que saber llevarla con mucha mano izquierda. Saliendo cual vampiro cuando Lorenzo se marcha del manto celeste para dar el relevo a su esposa. Cierto es que los rigores del tiempo no acompañan, pero en general hay una alegría de vivir, un optimismo y una euforia exacerbada que acaban arrastrandote aunque te resistas. Dejas de estar pegado al aparato de aire acondicionado para salir a esas calles de asfalto caliente que sube por tus piernas, a esas playas tan abarrotadas que puedes oler el bocata ajeno y escuchar conversaciones a veces escandalosas. Los días son (o se hacen) eternos y tenemos la sensación constante de deja vú pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero esos tiempos no volverán amigo.
En fin, que me voy haciendo vieja y la reflexión y observancia han sustituido la despreocupación y la frivolidad en pos de una vida más…Macerada. Qué rollo ¿no?
Los pantalones blancos como las bicicletas, son para el verano. No hagáis caso a todo lo que veis.
Voyeur…
Ni os hacéis una idea de los años que tiene este top.
Doble elefante telépata de guerra…
Estas sandalias están a la venta en el portal Chicfy. Tenéis un enlace en la columna de la derecha que os envía directamente a mi armario.
– Top: Blanco
– Pantalón: Bershka
– Sandalias: MaryPaz
Todas estas reflexiones que me hago son productos del derretimiento paulatino de mis neruronas por los 38 grados que hace…
Hasta el viernes
Besos, Petra