¿Y no vamos a ningún sitio? Un pedo lejano. Esa fue la respuesta. Un pedo agrio que salio disparado mientras caminaba hacia el salón con el portátil bajo el brazo dejándome compuesta y con novio. Como explicar la sensación solo con palabras o letras encadenadas. Sería una descripción más que absurda, sería algo así como…