GALA AIOM. DESFILE MONTESCO

Soy de la extraña opinión de que algunas cosas tienen que macerar; verse en perspectiva, disfrutar del tiempo entre el hecho en sí y las consecuencias que se destilan a partir del mismo. Todo tiene una cadencia y un ritmo, que en estos tiempos que vivimos, tan acelerados e inmediatos, no nos deja disfrutar apenas de los procesos creativos. Y eso, es lo que siempre me ocurre con Montesco. El duo de malagueños formado por Carlos Aguirre y Mario Camino, reyes indiscutibles de la costura. ¿Por qué? Muy fácil. Siempre están por encima de lo mundano, de lo vulgar y hasta de las modas (fíjate tu que paradoja). Me gustan porque sueñan, me gustan porque tienen esa particular  visión teatral, poderosa y elevada de la mujer. A veces incomprendidos por algunos…  Es normal, es el precio a pagar por volar. ¿Cómo poner la novena sinfonía a una piara de guarros y esperar que disfruten? Por eso he tardado tanto en subir este artículo. He disfrutado cada instante en la edición de la fotografía, admirando cada costura, cada brocado, esa multitud de telas ricas que apenas se pueden apreciar, pero que in situ siempre quieres alargar la mano y acariciar… No he querido retratar los diseños todos desde el mismo angulo, como una serie en cadena sin ton ni son. No se merecen eso. Merecen la atención de una espalda o  un botón incluso. Mas que una serie de fotografías que no dicen nada, he querido introduciros de lleno en el universo fantástico de Montesco.

El entorno; no podía ser más apropiado y palaciego: El Gran Hotel Miramar. El motivo, no podía ser mejor: recaudar fondos en la lucha contra el cáncer.

Así que sin más dilación os dejo con el primero de los tres artículos relativos a esta gala. Fascinaros tanto como yo con este viaje retrospectivo hacía la elegancia.

Momento spam: Os recuerdo que tenéis mi poemario «Más dura será la caída» en las librerías Proteo y Prometeo, Luces, Fnac, Ancora y Rayuela (estas tres últimas, bajo pedido)

Besos, Petra

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