«Ser un gigante, eso es lo que me gustaría. Un gigante descomunal, ciclópeo. Para poder coger el mundo entre mi índice y mi pulgar y aplastarlo lentamente hasta que quede un suave y fino polvo. Después con la fuerza de mis pulmones soplar ese polvo y observar bobalicón con  mi único ojo, como desaparece en el infinito. Mientras que…

El motivo de este post es persuadirles de que se rindan. Saquen ya a relucir la bandera blanca, déjense de «orgullos y prejuicios» e hinquen la augusta testa, que bastante tiempo lleva ya coronada de laureles.  También comentarles que no intenten convencerme con sus técnicas y tácticas, para hacerme ver que están en posesión de la verdad absoluta, impuesta…