Ver el telediario hoy en día es un derroche de optimismo y buen rollo. El mundo está cambiando. Oriente está en rápido ascenso hacía las estrellas mientras que Europa se hunde cada vez más entre el Atlántico y el Pacífico. ¿Cuándo se ha vuelto el humano tan cretino, tan débil, tan miserable? No quiero ponerme en modo abuela, porque seguramente el hombre (tómese «hombre» como nombre genérico que engloba a los dos sexos) tenía antes la misma «mala leche» que tiene ahora, pero los múltiples medios de comunicación con los que contamos en este milenio te disparan a bocajarro noticias de penurias varias quieras o no quieras. No puedes cerrar los ojos (aunque quisieras) a semejantes despropósitos que ocurren día si y día también. ¿Quienes son los malos y quienes los buenos? Yo lo tengo todo tan embrollado que no estoy segura. En un planeta sin maniqueísmo, a veces las apariencias engañan y las opiniones cambian. Yo he llegado a esta conclusión: Ni los buenos son tan buenos, ni los malos, tan malos. Hay personas que las conoces y piensas: «Si hubiera ahora mismo una hecatombe, guerra mundial o fenómeno meteorológico -tipo tsunami-, este tío sería un autentico hijo de la gran *** y no dudaría en liquidarme sin despeinarse». Tengo un sexto sentido para detectar a esa gente. Pero nunca se sabe….En condiciones especiales y extremas, ¿quien nos dice que nosotros mismos no nos volveríamos salvajes? Las tripas de uno son insondables…
– Blusa: Easy Wear
– Pantalón: Bershka
– Botines: Ch & Ch
Hoy tengo la tensión por los suelos. Llevo todo el día como se me hubiera bajado del velero despues de una travesía alrededor del mundo. Que ya quisiera yo pero no, debe ser que hace mucho calor y se me ha roto el mando del aire acondicionado…
Nos vemos el miércoles
Besos, Petra
