Este fin de semana se ha celebrado en Granada el Ficzone. Y Petra, la reportera más dicharachera, no podía faltar. Así que allá que me fui con toda la impedimenta de mi cosplay: una DC girl muy chula que recita hechizos al revés al estilo Davinciniano porque le sale del papo. Sí, los más avispados ávidos lectores de comics, ya lo habéis adivinado. Se trata de Zatanna.
Sin entrar en polémicas de sex-appeal o escasez de indumentaria de las heroínas de los comics, me parece estupendísimo de la muerte que a las personas les plazca ir del capitán chándal, de la sirenita en su versión Disney o de Sakura, cazadora de cartas. El caso es que tu libertad termina donde empieza la mía y si estamos intentando duramente no cosificar a la mujer ni plantarla de un sitio a otro como “mujer florero” en busca de un sitio donde quede bien y no moleste mucho, no es de recibo que me señales con el dedo o me marques con una letra escarlata que no es justa ni merecida. Una, no se decanta por ningún posicionamiento extremo y extraño por recrear un personaje que va con medias de rejilla y botas. La vida no es declinarse por posiciones inamovibles e implacables. La vida es un balancín donde a veces te elevas a las estrellas y otras te estrellas de culo contra el duro asfalto. La vida es ahora sí, pero mañana no. Eso, amigos se llama libre albedrio. Libres para ser asertivos, para equivocarse, para cagarla o para sentar cátedra. Yo seguiré en mis trece sin apabullar y seguiré pensando que a veces se es puta y a veces se es monja (con las connotaciones no despectivas y chachi pirulis de las dos). ¿Quién ha otorgado a otro congénere el poder para ahondar tanto en mi intimidad, en mi psique, para hacerme un planing de vida que debo seguir para estar en la onda, en la marea? Pareciera que hay que sentir una culpabilidad extraña por alzar una voz disonante (que no enemiga), dentro del engranaje establecido. Yo es que siempre me he encontrado cómoda haciendo de abogado del diablo, por aquello de que todo en la vida tiene dos caras como el villano de Batman y no podemos poner toda la carne en el asador de una de las partes, cosa que tendemos a hacer sin pensar, ya que “in dubio pro reo”. Y eso, amigos, se nos olvida la mayoría de las veces a la hora de hacer las labores de inquisidor del reino. Soy muy positiva al respecto de todas esas calles impregnadas de violeta (que mira tú por donde, es el color del año según Pantone). Siento un orgullo de mi género como humano, distinciones aparte. Orgullo que no perdí en ningún momento, ojo, pero que se refuerza cada día. No intentemos abarcar todo el océano con nuestros ojos, de un vistazo. No pequemos de soberbia ni intentemos escalar una montaña pisando cabezas. No es la manera. Toda revolución empieza haciendo un ejercicio de introspección. Mirémonos un poco el ombligo, trabajemos desde dentro hacía fuera y olvidémonos de prejuicios de todo tipo que sólo nos amordazan y nos llevan de vuelta al principio. No caigamos en el linchamiento ni en el ostracismo masivo. Hasta esos sentimientos que a priori parecen malvados y oscuros, deben empezarse a trabajar individualmente. NO existen ni la corrección política ni la tolerancia supina. Todo es un conglomerado que llevamos como podemos porque somos unos seres complejos susceptibles de hacer daño y sentir debilidades y luchamos duramente por eso. Yo siempre creo en la bondad del ser humano. A pesar de sus defectos; son muchas más sus virtudes.
Dicho todo lo cual, os comento que podéis ver algunas fotos del evento en mi instagram: petra_desiderata. Ya hay algunas y más que iré subiendo. Para los frikis curiosones.
Desde este pequeño rincón, quiero enviar mis condolencias a la familia del pequeño Gabriel. Mucho cariño y ánimos, para sobrellevar tan gran desgracia. DEP
Besos, Petra
