VAMOS A PONERNOS SERIOS

Siempre me sorprende la soberbia de los ignorantes. No es la primera vez que ante la corrección de un “lluebe”, un “haber” (de esos que lo ponen en lugar de “a ver” y que tienen su sitio reservado en el “haberno”) o un “vienbenido”,  he leído un: “Cada uno escribe como le da la gana”. Y no. La primera regla de la comunicación es que se entienda el mensaje, por lo tanto, si tu discurso está tan falto de ortografía que se hace ininteligible para el receptor, sencillamente no comunica nada porque NO SE ENTIENDE. Fin de la historia. Me asombra sobremanera el desdén y la desidia que existen ante la palabra escrita. Claro, en estos tiempos en que la imagen lo es todo, no nos vamos a poner a acompañarla de una explicación… ¿Para qué?

Cierto es que la cultura nos priva de muchas libertades que en una vida “salvaje” tendríamos, pero es necesaria para vivir en sociedad y hacer la vida más agradable y cívica. Resulta paradójico cuanto menos, que la “jauría” que intenta exponer que eso es lo de menos, tengan a sus vástagos en colegios bilingües, academias de chino o clases de papiroflexia…Por poner algunos ejemplos.  Y, a mi entender, ese no es el camino. Quizás, la educación se pueda imponer a golpe de colleja, pero la cultura no. No se pueden meter con calzador la música, la literatura o el arte, sobre todo porque en la magnífica individualidad del ser humano, nacemos con un ADN intrínseco que parte de la raíz de nuestros padres, sí, pero a lo largo de nuestra existencia nos vamos desarrollando de manera cognitiva y no podemos poner trabas a nuestras pasiones por mucho que intenten trazarnos un camino. Al final el dique se romperá y el agua embravecida buscará su camino. La cultura NO se puede imponer. Se puede facilitar el ambiente, los medios…Pero tiene que ser algo natural. Algo que fluya. Estamos en un momento que, eso pienso yo, todo se hace al contrario. De nada sirven los métodos academicistas, ni los objetivos a cumplir en masa. Crear generaciones enteras de mediocres de 10 para cubrir estadísticas churrascosas. ¿No os ha pasado nunca, que veíais como el tarugo de la clase, siempre sacaba sobresalientes sin que tú le encontraras ninguna explicación? Eso no es lo que se busca. Eso es “Rainman” memorizando números y jugadores de béisbol. La cultura es otra cosa. Consiste en cuestionarse cosas, en inquietarse ante la duda. La cultura no nos hace millonarios, pero nos encumbra a un olimpo que otros no alcanzarán nunca. A una vida plena…

Tener todos los medios al alcance y desdeñarlos en pos de un entretenimiento zafio y vulgar, debería estar penado. Pero qué le vamos a hacer… Si volvemos la vista atrás, el humano siempre ha sido así. En los tiempos del Imperio Romano, se construían coliseos, circos y teatros para entretenimiento de masas ignorantes que disfrutaban de manera grosera, mientras eran otros los que dominaban el cotarro y hacían gloriosas y honorables las urbes a través de las historias. Aunque ahora, puede ser que estemos ante un punto de inflexión cultural en que la palabra esté empezando a morir un poco y deje de ser importante para ser pisoteada por un puñado de “emojiis”.

Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras…

Ya sabéis que si os gusta mi manera de escribir, tenéis a vuestra disposición el poemario » Más dura será la caída» a las venta en las mejores librerías. Comprándolo, mejoraréis en calidad de vida y contribuiréis a que esta humilde persona, llegue a fin de mes.

Besos, Petra

 

 

 

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